Es la inflamación de la úvea, la cual es la capa
que se encuentra entre la retina y la esclerótica, abarcando el cuerpo ciliar,
el iris y las coroides
Por: Javier Guerrero
La
úvea es una zona que está llena de vasos sanguíneos que llevan sangre a la retina,
por lo que su inflamación puede llegar a afectar la córnea, la retina, la
esclerótica y otras partes vitales del ojo.
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Puede
ser causada por enfermedades sistémicas, toxinas, traumatismos oculares y otras
causas como: Artritis reumatoide, Brucelosis, Herpes simple, Herpes zóster, Sarampión,
Rubéola, Enfermedad de Kawasaki, Enfermedad de Eales, Enfermedad de Lyme, Esclerosis múltiple,
Espondilitis anquilosante, Leptospirosis, Lupus eritematoso sistémico,
Sarcoidosis, Sífilis, Sida, Toxoplasmosis, Tuberculosis, Colitis ulcerosa,
Cisticercosis ocular y Artritis reactiva, entre otras.
Clasificación.
Esta inflamación se puede
clasificar en 4 tipos:
- Anterior ó también llamada iridociclitis.
Afecta primordialmente al iris y cuerpo ciliar, es la más frecuente entre
el 70 y 90% de las uveítis. Es una inflamación provocada a veces por una enfermedad
autoinmune como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante.
- Intermedia o parsplanitis. Es la inflamación de la “pars” plana, área estrecha
ubicada entre el iris y la coroides. Generalmente es un proceso leve que afecta
a los hombres jóvenes y no se asocia a ninguna otra enfermedad.
- Posterior. Es la inflamación de la
coroides o coroiditis. Si
se afecta también la retina se llama coriorretinitis. Produce una
pérdida de la visión con una intensidad variable, dependiendo del tamaño y la
localización de la cicatrización.
- Panuveítis: Se ve afectada toda la
úvea, es decir, los segmentos anteriores y posteriores del interior del ojo.
Tratamiento.
El tratamiento puede involucrar el uso de gafas oscuras y de
gotas que dilaten la pupila para aliviar el dolor ó gotas oftálmicas con
esteroides.
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